miércoles, 1 de mayo de 2013

A LAS INCANSABLES MUJERES QUE TODO LO DAN

En esta semana donde se festeja el día del trabajador, quiero expresar mis más sincero respeto a todas las mujeres que día a día trabajan duro, sin cesar, en la casa, con los hijos, como madres, en la escuela con las tareas haciendo el papel de maestras, con las obligaciones extras, en la cocina, como profesionales, en sus trabajos y a las que incansablemente sirven en en el Reino, aquel que no es incorruptible.

Suelo pensar en cuantas cosas trabajamos y nos dedicamos y no regresan a nosotros como un capital. Cuando educamos a nuestros hijos, les amamos, los empujamos en la vida, les enseñamos valores eternos como patrimonio de alguien que está sumando capital a su generación.

Cuando nos dedicamos exclusivamente al trabajo y quitamos el valor prioritario a nuestra familia, corremos grandes riesgos de que otro tome nuestro lugar.

He extraìdo la etimología de la palabra trabajo del libro de Ricardo SocaLa fascinante historia de las palabras

Trabajo: Si el trabajo es para usted una tortura, sepa que se trata de un concepto tan antiguo como el origen de la palabra, que no proviene del latín labor, que nos dio labor, laborable y laboratorio, sino de tripalium, que era el nombre de un temible instrumento de tortura.

“Tripalium ‘tres palos’, es un vocablo del bajo latín del siglo VI de nuestra era, época en la cual los reos eran atados al tripalium, una especie de cepo formado por tres maderos cruzados donde quedaban inmovilizados mientras se les azotaba.

De tripalium derivó inicialmente tripaliare ‘torturar’ y, posteriormente, trebajo ‘esfuerzo’, ‘sufrimiento’, ‘sacrificio’.

Trebajo evolucionó hacia trabajo, vinculándose poco a poco con la idea de ‘labor’. Lo mismo ocurrió en francés, lengua en la cual tripalium derivó en travail ‘trabajo’, vocablo al cual los ingleses dieron la forma travel y un nuevo significado, asociándola primero a la idea de viaje cansador.”

Buscar la etimología de esta palabra me resultó bastante interesante, ya que la relación entre trabajo y tripalium no es de azotar sino de sufrir. Cuando se inventó esta palabra la mayoría de la población trabajaba en el campo realizando esfuerzo físico y los hacía sentir como si hubieran sido apaleados.

Con razón nos sentimos cuantas veces agobiadas por el peso de todos los días.

Si esta palabra nos aflige con su significado, déjeme decirle que como llamemos a las cosas, eso es lo que viene a nuestra vida.

El Señor Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:28-29

¿A que se refiere Jesús con eso? Se refiere a todas aquellas personas que están afanadas en el trabajo. Aquellas que han ocupado mucho tiempo en su trabajo y ahora están cansadas y ese cansancio se dispara a nuestra alma y afecta nuestra espiritualidad.

Ahora Jesús pide que tomes Su descanso, que reflexiones de tu vida. ¿Dónde estás poniendo todo tu esfuerzo? El te pide que tomes unos momentos para dar un giro en tu diario vivir, quiere que pienses en tus prioridades de vida, para que puedas reflexionar y apartarte del tiempo que le has depositado al trabajo, muchas veces como una escapatoria.

Has invertido tiempo y trabajo envolviéndote en  deudas  y te has puesto un  yugo de esclavitud, y en definitiva te han hecho olvidarte de Dios, afanándote por este sistema consumista.

¡TRABAJO! QUE PALABRA!! MUJER: ES HORA QUE DEJES DE ESTAR BAJO DE YUGOS Y APRENDER LA LIBERTAD EN CRISTO JESÚS.

Te encuentras cargada y aquí es donde Jesús te dice; "Yo los haré descansar".

¿Cuál sería la PALABRA que deberíamos usar entonces?

Investiguemos la etimología de la palabra honorarios.

Honorarios: sueldo de honor. El vocablo conceptual honorario reconoce antecedentes etimológicos en el término latino “honorarius”, derivado éste principalmente de honor y honoris: (honor, honra, respeto, consideración, distinción).
Entre los romanos y a partir de esta influyente civilización, honor u honores u honos refería a la dignidad del cargo o del empleo.

Utilizada la idea para expresar el gaje o estipendio de honor, ha pasado a referir la remuneración que se concede a ciertos trabajadores.

En definitiva todo lo que hagamos sepamos que si somos hijas de Dios, no estamos atadas al trabajo sino a honorarios, porque tenemos dignidad de ser hijas del Rey.

Hasta la semana próxima!!

Pastora Alicia Pérez Rosa

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